La reclamación de las pymes para tener un IVA europeo más adaptado al tamaño de su negocio ya está aquí. La propuesta lanzada hace unos días por Bruselas es bien recibida, aunque se esperan unos matices que se mejorarán durante la tramitación.
Lo que se busca es simplificar el IVA mediante medidas que reduzcan los costes del cumplimiento de la normativa para las empresas más pequeñas. Esto es así porque los gastos resultan desproporcionados si los comparamos con dos tipos de ellas, por ejemplos: los de pymes que operan solo en su propio país y los de grandes empresas multinacionales. Y por esto mismo, la propuesta aborda los casos de, incluso, la exención del IVA.
Cepyme (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa ) recibe positivamente la intención de la Comisión Europea, puesto que “recoge un reconocimiento de los problemas específicos de las pymes, en general, y de las pequeñas empresas, en particular”. Francisco Aranda, portavoz de la confederación madrileña CEIM, coincide en que “todas aquellas medidas que estén orientadas a aligerar trámites administrativos serán bien recibidas”. Igualmente, señala que “si se pusiera en marcha, contribuiría a dinamizar el consumo y, por tanto, la economía”.